El robot Greenpatrol puede operar de forma autónoma, sin intervención humana, en un invernadero para detectar varias plagas. Tiene la capacidad de generar y seguir de forma autónoma rutas en el invernadero, evitando a las personas y los obstáculos que se interponen en el camino. Está entrenado en las principales plagas y enfermedades del tomate y del pimiento y se está probando en invernaderos del norte de España. Se ha diseñado y construido una interfaz de usuario para que los agricultores puedan acceder a una aplicación en línea para ver el estado del robot y un mapa de las zonas sanas e infectadas con las acciones recomendadas.